Vosotros ya conocéis a mi amiga Elisa, la
reflexóloga. Ella por su profesión siempre está buscando potingues (crema y
ungüentos) apropiado para hacer su trabajo. Ya le he realizado varios pero
hasta hoy no habíamos dado en el clavo. Unos muy grasos, otros un olor muy
fuerte. Nada que nos gustase a ambas.
Hasta que por fin después de algunas
investigaciones y pruebas me ha salido la maravilla. Estamos encantadas tanto
ella como yo. Suave al tacto, de rápida absorción, fresca, no grasa, aroma
delicado. Podríamos decir que lo hemos logrado.
Cuando nos realizamos un masaje en los pies,
no solo cuenta que el reflexólogo sea bueno. Normalmente tiene que utilizar
algún producto para que la piel de los pies no friccione agresivamente en sus
manos y que el paciente este en un estado de confort pleno. Al acabar con el masaje los pies tienen que
seguir haciendo su función que es la de llevarnos y traernos de tal forma que
no tenemos que sentir ningún tipo de incomodidad provocada por el masaje. En
algunos casos los profesionales de los
pies utilizan cremas que son grasas y cuando te calzas para poder irte tienes
el problema que los pies están húmedos por las cremas o los aceites y que es
difícil caminar con tanta grasa. Pues nosotras hemos logrado que esa situación no ocurra. La crema tiene
un efecto relajante al pie, suaviza, hidrata y previene durezas, tiene un tacto fresco y es de rápida
absorción. Que más podíamos pedir!!!
Les presento nuestro tratamiento!
Ingredientes:
Aceite de Aguacate/
Lanolina / Cera lanette / Alcohol Cetílico/ Hidrolato de Hammamelis / Sorbato
Potasio/ Benzoato Sódico / Oxido de Zinc
/ Propilenglicol / Glicerina / Mentol / Tintura de Romero / Tintura de
Benjuí / Aceites esenciales: Eucalipto, Árbol
del Té y Manzanilla /
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